domingo, 29 de abril de 2012

NEPAL




Llevo muchos años haciendo todo tipo de deporte, especialmente montañismo, siempre he tenido unos valores muy marcados como son el respeto, la humildad, altruismo. Pero fue en el año 2009 cuando me di realmente cuenta de lo importante que son estos valores. Durante mi viaje a Nepal experimente todos estos valores de una manera muy marcada. Viajé a Nepal con la intención de hacer el trekking del everest junto a Juanjo, durante el trekking vi sitios increíbles, lugares y montañas espectaculares.


 pero realmente lo que mas me lleno, lo que mas me aporto personalmente, fue cuando pasaba por esos pueblos tan humildes, donde su gente vive del campo y de portear las pesadas cargas de las expediciones, los trekkings de los turistas o los víveres para poder subsistir los propios habitantes de estos pueblos. Los niños salen a recibirte al camino para verte pasar, no piden nada, se acercan a ti pero mantienen una distancia prudencial, siempre hay uno, el mas atrevido, que se acerca hasta casi tocarte, te miran sorprendidos, y sonríen. Sus ropas rotas y sucias, sus caras marcadas con unos enormes coloretes, sus sonrisas ocupando todo su rostro, es algo muy difícil de explicar, pero si que puedo decir que es algo mágico de vivir. Te detienes al lado de ellos, abres tu mochila, sacas un caramelo o un simple peluche y se lo ofreces, ves como extienden sus manos sin coger el regalo, colocan las manos, una encima de la otra, con la palma hacia arriba, de una forma en la que tu puedas dejar caer el caramelo o el peluche en ellas, una forma muy similar a cuando hacemos la comunión y el cura deja la óstia en tu mano. De repente escuchas una voz muy bajista diciendo, NAMASTE (GRACIAS)



, y ves como se iluminan esos enormes ojos negros, ves como se llenan una enorme alegría, ves esbozar en su rostro una sonrisa mucho mas marcada que la que te recibió antes de ofrecerle nada, es justo en ese momento, es en ese preciso instante, cuando te das cuenta que ese Trekking que vienes hacer, o esa cima que quieres coronar no es lo que mas importa, por supuesto que es increíble lograr ese reto, pero cuando ves esa cara de ese niño es cuando te das cuenta de lo que realmente tiene valor en tu aventura es poder ofrecer algo a esa persona que le haga sonreír.Después de este viaje, recorrí el Atlas en Marruecos, visite África y volví a Nepal, y me dado cuenta en este tiempo, mientras realizaba todos estos viajes en los que estado pasando por pueblos sumamente humildes, que es fácil robar un sonrisa a un niño, y una enorme muestra de agradecimiento ofreciéndole un simple caramelo, un simple peluche o una mera libreta con su boli. Da igual, el país o el lugar donde estés, un niño es igual en todos los sitios y siempre te dará las gracias de la mejor manera que sabe hacer, que es con una dulce y bonita sonrisa.Es por eso que yo junto a mis dos amigos estamos trabajando en un proyecto al que hemos llamado UNA CIMA UNA SONRISA, compaginaremos nuestra gran pasión la montaña, realizando diferentes ascensiones a picos de una altura importante, con la de robar cientos de sonrisas a los niños mas pobres de esas zonas por la que pasamos, regalándoles un juguete, nos acercaremos a las escuelas, siempre tan faltas de material y les brindaremos con todo el material escolar que hayamos podido conseguir.Somos conscientes de que no solucionaremos la situación de su bienestar, pero si que podremos robarles una sonrisa y aunque sea por un día que tengan el derecho de poder disfrutar de un bonito regalo.Más adelante os iré contando cosas de nuestro proyecto y seguro que pediré vuestra colaboración, y ojalá entre todos podamos subir esas cimas y robar cientos y cientos de sonrisas.Gracias














AMIGOS DEL PROYECTO